sábado, 17 de noviembre de 2012

Androides o Humanoides la bioética detrás de su creación


La tecnología está evolucionando a un ritmo muy acelerado causando grandes avance y jugando un papel muy significativo para satisfacer las demandas de la sociedad moderna. Los investigadores en el hábito de tecnología robótica han tenido deseos de crear robots cada vez más parecidos a los humanos.
 


La robótica abarca todos los ámbitos del concepto de la teoría fundacional, principiando porque la robótica es la “ciencia” y la tecnología de los robots (Dueñas, 2001), pero para llegar a ser nombrada ciencia tuvo que pasar por muchos procesos de investigación que la ayudaron a obtener esta categoría. 

La mayor parte de las personas saben a grandes rasgos que es la robótica y sus usos, aunque muchos conocen sobre este tema y les asignan el nombre de humanoides o androides por narraciones de la ciencia ficción. 

Entre los escritores de ciencia ficción esta Isaac Asimov, el contribuyó con varias narraciones relativas a robótica incluso se le atribuye el acuñamiento del término Robótica. La imagen que Asimov dio en sus narraciones a los robots, fue de un robot seguro, que puede interactuar abiertamente con las personas e incluso tiene sueños en los que se ven como humanos (Asimov, 1986), los cuales son de interés para los investigadores que tienen la misión de observar y aprender de los nuevos funcionamientos de los robots. En sus escritos garantiza una seguridad para los humanos al diseñar robots gobernados mediante 3 principios básicos.

Estos principios fueron denominados por Asimov las Tres Leyes de la Robótica (Dueñas, 2001), y son:

  •       Un robot no puede actuar contra un ser humano o, mediante la inacción, que un ser humano sufra daños.
  •      Un robot debe de obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, salvo que estén en conflictos con la primera ley.
  •       Un robot debe proteger su propia existencia, a no ser que esté en conflicto con las dos primeras leyes. 


    Consecuentemente todos los robots de Asimov son fieles sirvientes del ser humano (Dueñas, 2001). Aunque la ciencia ficción nos da esta perspectiva que para muchos es deseable, en la actualidad todavía no se ha llegado a la realización de robots con tal diseño. Y algunas personas adquieren impresiones de la robótica en base a esto, pero muy pocos conocen las aplicaciones de la robótica como ciencia. La robótica, no solo se ocupa en la creación de los robots, sino también en el diseño, la magnofactura y las aplicaciones de estos (Montoya y Dueñas, 2009), combinando diversas disciplinas que son el eje central para el funcionamiento de un robot. Y ciertamente cada robot se va creando de acuerdo a las innovaciones tecnológicas, y sus técnicas de automatización están ligadas a los sucesos económicos mundiales. Por ejemplo hace tiempo el uso de los robots era más para la producción industrial, como las maquinarias para la fabricación de autos, las máquinas de inspección, transferencia de materiales, pintado automotriz (Dueñas, 2001) entre muchas otras actividades, las cuales proporcionan a las empresas una manera más rápida para la realización de sus productos. 

    En la actualidad, alejándonos un poco de la ficción, existen grandes avances en materia de la robótica, solo hay que pensar en los androides que se han desarrollado en Asía capaces de establecer conversaciones, moverse incluso recrear movimientos faciales y sostener charlas. En Asia existen muchos proyectos, uno de estos es el del profesor japonés de la Universidad de Osaka “Ishiguro Hiroshi”, el cual es investigador en ATR Intelligent Robotics and Communication Laboratories. Este proyecto llamado Geminoid en el cual se han exhibido 3 robots Geminoid HI 1, Geminoid F y Geminoid DK, este último fue creado con colaboración y semejanza al profesor de la Universidad de Aalborg Henrik Scharfe.


No muy lejos la UNAM tiene un proyecto de robótica llamado GOLEM, estos 2 robots son construidos con el fin de realizar tareas simples y especificas. Estos robots, más que ser utilizados para la industria, utilizan un tipo de inteligencia artificial que le ayuda a poder tomar decisiones y resolver problemas básicos, son sistemas modelados para la realización de diversas tareas pero su uso no solo depende de la utilización de una inteligencia artificial también incluye la interacción dinámica entre los diferentes mecanismos, trayectorias planeadas, los puntos de asignación seleccionados y del el uso de una retoalimentación interna de los datos obtenidos por los sensores , la ruta es modificada sobre la base de los datos que se obtienen de sensores externos (Dueñas, 2001). 


Un robot como estos requiere de mucha investigación, y está compuesto por muchos subsistemas funcionales que le ayudan a realizar procesos, planear movimientos o conversaciones, tienen sensores que les ayudan a captar movimientos o voces y son compuestos por sistemas mecánicos y eléctricos. Esta forma objetiva de investigación se puede ver claramente en dos ejemplos anteriores, el uso que los investigadores pretenden para los robots o androides es para la elaboración de tareas, cada una de las cuales no son algo que se les dice y reproducen, esto son programadas mediante códigos pre establecidos que les permiten actuar o decir lo que es correcto dependiendo de la situación simulada. Cada una de sus actitudes, acciones, movimientos faciales, entre otras acciones son elaborados por programadores quienes les insertan un código que pueden procesar y reproducir.

Existen caracteres éticos en el uso de la tecnología estos se reducen a 3 (Moriello, 2012):

  El uso responsable e irresponsable que algunas personas hacen de los objetos tecnológicos: lo que preocupa no es tanto la tecnología en sí misma, sino la utilización que se puede hacer de ella (Ricard y Xuan Thuan, 2001, p. 27; Moriello, 2012). Lo que provoca miedo es la velocidad e imprevisibilidad de su avance y, en especial, la posibilidad de que se vuelva incontrolable (Capanna, 2000; Moriello, 2012).

Ya que los objetos son neutros, a diferencia de la creencia de Asimov sobre las leyes robóticas, la realidad es que los robots son entes que no distinguen entre  el bien y el mal es por ello que su uso debe recaer en quien lo controla. En si ellos pueden ser muy útiles si su fin es para ayudar a los seres humanos pero si se les programa de otra manera podrían ser muy peligrosos. Estas implicaciones han dado lugar a que las personas se sientan amenazados por los avances tecnológicos, mas los relacionados con los humanoides o androides. Lo cierto es que los seres humanos desde que se inicio la creación de androides o humanoides le han generado miedo e inquietud aumentado, de cierta forma, por el cine y la literatura.  Esto ha comenzado desde el momento en que los robots han adquirido una forma más humana (humanoide).

  Cómo los seres humanos deben de tratar a los objetos tecnológicos complejos: De acuerdo con las leyes vigentes, los robots son simplemente una propiedad inanimada sin derechos ni deberes. No son personas legales (al igual que las máquinas y las computadoras) y no los toma en cuenta el sistema judicial. Sin embargo, se debe recordar que, en algún momento de la historia del Hombre, tampoco fueron considerados como personas legales los negros, los niños, las mujeres, los extranjeros y las empresas (Freitas Jr., 1985; Moriello, 2012).


 Si la máquina fuese un robot antropomorfo, si fuese capaz de pensar, de sostener debates interesantes o de hacer nuevos descubrimientos científicos (en suma, si desarrollase habilidades cognitivas), tal vez no habría dudas de que “apagarlo permanentemente” constituiría una especie de asesinato (Moriello, 2012). Los ciento es que los robots no bien a remplazar a los humanos pero como todo hay quies consideran sus derechos casi como humanos, este es el centro de debate de muchos lugares donde consideran que los humanoides un día remplazaran a los humanos. En japon existen mangas, animes y doramas que tocan este tema para ir dando una idea de lo que podría ser el tomar androides como humanos (ya sea por ejemplo el anime o manga de Chobits o el dorama de  Zettai Kareshi), o  como en el cine americano plasma en películas como el hombre bicentenario o yo robot, que usa algunas ideas del escritor  Isaac Asimov, son algunos ejemplos de cómo la sociedad se imagina que puede llegar a ser los androides y a pesar de que los sentimientos que las personas puedan dar por estas maquinas, muchos son muy tajantes en el hecho de que estas deben de ser tratados como herramientas o electrodomésticos. Me recuerda que en el dorama de Zettai Kareshi el científico que le da a Riko (la protagonista) el androide “Knight” le dice, ya que ella estaba muy preocupada porque no podía vivir con nadie y él le cometa que “solo es un electrodoméstico, por afuera puede que parezca humano pero solamente es un gran electrodoméstico, quiero decir  ¿vives con lavadora y tu televisor? Es lo mismo es un electrodoméstico”. Esto es un ejemplo, en la realidad es igual al final de cuentas son solo maquinas programadas, el afecto se lo pone uno, pero aun así ante las leyes no tienen derechos. Es por ello que se dice que si un robot fuera establecido con derechos el tirarlo o desconectarlo será como una clase de asesinato.














  Los problemas relacionados con los objetos tecnológicos complejos y su interacción con el ecosistema: Por otra parte, nos plantea Moriello (2012), el cambiar un robot –ya obsoleto y/o pasado de moda– por un modelo más nuevo y tirarlo como “chatarra”, como se hace con un automóvil o cualquier electrodoméstico, ¿no sería también una especie de asesinato? 

También el autor nos establece que antes de construir humanoides inteligentes, se deberían resolver algunos problemas. De hecho, al momento de diseñarlos se debería tener definido si no es una crueldad producir en masa androides sintientes y luego eliminarlos en “campos de exterminio”. Actualmente, cualquier robot se considera un bien instrumental; en consecuencia, su propietario puede hacer el uso que quiera incluso hasta destruirlo.

Incluso puede ser que, algún día, éstos argumenten que son seres conscientes y demanden la igualdad de derechos. Es por eso que, por uno u otro camino, hay quienes afirman que el homo sapiens compartirá el planeta con formas de vida sintética que hasta podrían tener “derechos legales” (Moriello, 2012).

Es ante estas perspectivas que entra interrogativas como: ¿Qué tipos de derechos se les debería otorgar y/o negar? ¿Se les pueden aplicar los “derechos humanos”? Si un robot emula perfectamente las características humanas, ¿podría reclamar ser miembro de la especie? No se podría exigirle que tenga un cuerpo físico como el humano, ya que –con ese criterio– se deberían rechazar también a las personas que cuentan con partes artificiales (Lucas, 2006; Moriello, 2012). ¿Cuál será el lugar que los robots ocupen dentro de la sociedad? ¿Formarán su propia sociedad?

Por otra parte, ¿deberían los robots llevar armas? Si se envía un robot para asesinar a un ser humano, ¿de quién es la culpa: de la máquina, de las personas que la diseñaron, de la empresa que la diseñó, de las personas que la construyeron o de la empresa que la construyó? Asimismo, ¿deberían concedérseles patentes a las máquinas? Si un robot (una computadora o una máquina) inventa una patente, ¿pertenece a su dueño o a él mismo? (Moriello, 2012). Aunque en el cuanto de Asimov se establece que viven bajo 3 leyes, anteriormente mencionadas, lo cierto es que ningún robot se rige por estas, en la actualidad hay robots que son ocupados tanto para la ciencia medica como para la guerra y son programados para esto y si son programados podrían de cualquier manera ser programados para salvar vidas como para quitarlas.

En el marco ético aplicado a las máquinas, nos dice Moriello (2012) que se pueden distinguir dos niveles:

  • La “humana”: restringir quién debe construir y quién debe usar robots. Desarrollo no va parejo con el de la ciencia y la tecnología; no está en condiciones de seguir el vertiginoso ritmo de las proezas científicas y tecnológicas del ser humano. 
  • La “artificial”: La ética artificial de los robots, o “roboética”, es aquella parte de la ética que se ocupa de los problemas relacionados con los robots y con su interacción con el hombre, los animales, la sociedad, la naturaleza y el mundo (Monopoli, 2005; Moriello, 2012).

Estas formas trata de un nuevo campo de estudio que es la roboética que considera a las máquinas, computadoras y robots como un tipo de agentes éticos e intenta implementar en ellos facultades morales de toma de decisiones (Allen, Wallach y Smit, 2006; Moor, 2006; Moriello, 2012). 

Algunos hablan de la idea de otorgarles un determinado conjunto de reglas o guías de comportamiento universal, un “código de ética”, a medida que se vayan haciendo cada vez más complejas, a fin de que sus acciones no se aparten mucho de la normas humanas (Proença, 2001; Moriello, 2012). Es un compromiso moral que algunos investigadores están intentando realizar con el fin de que estas maquinas sean adaptadas a las normas morales de los humanos.

Nos dice Moriello (2012) que recientemente un equipo internacional de científicos y académicos –pertenecientes a EURON (EUropean RObotics research Network)– elaboró un prototipo de “código de ética”. A grandes rasgos, sus recomendaciones son las siguientes: 
  • Asegurarse el control de los humanos sobre los robots. 
  • Prevenir su utilización nociva o ilegal. 
  • Proteger los datos obtenidos por los robots.
  • Rastrear y grabar la actividad de los robots. 
  • Brindar una identificación única a cada robot. 

Conclusión.

El carácter bioético aplicado a las maquinas es muy nuevo y va cambiando con forme pasa el tiempo, este es así por el hecho que los avances tecnológicos se intensifican día a día. En algún momento de esta evolución será bueno esperar que las leyes éticas se establezcan de manera más adecuada para que aceptar a los humanoides sea una tarea más fácil para los seres humanos, lo cierto es que este trabajo ya se está realizando y en un futuro se podrá ver los avances que este tendrá de acuerdo a la tecnología y el contexto social que se desarrolle en ese momento. Y sería importante decir que la tecnología no va sustituir a los humanos, si no que les puede ayudar  y convertirse, sino solamente en una herramienta,  también en una forma de trasmitir conocimiento el cual se genera a través de muchas investigaciones científicas que dan validez y confiabilidad de aquello que se está aprendiendo dando paso a la generación de nuevas percepciones de ver el mundo. Hay que ver que en la actualidad las diversas disciplinas que se encargan para la generación de un robot no están separadas, sino que utilizan parte de cada una para la generación de instrumentos que faciliten la vida de la sociedad y la comprensión de la misma.

Bibliografía.


No hay comentarios:

Publicar un comentario